Lo bueno de los faucets de criptomonedas es que nos dan pequeñas cantidades de dinero cada vez que accedemos a cambio de ver publicidad, resolver captchas o realizar alguna acción en las webs. 

Lo malo es que para cobrar tenemos que reunir muchísimas pequeñas acciones. Y si se baja mucho el umbral de pago, terminamos pagando más comisiones de transacción crypto que ganancias. Por otro lado, muchos faucets no terminan pagando, bien porque no funcionan bien, o porque directamente están concebidas para timar a los participantes.

Por eso nace Faucetpay. Y actúan como intermediarios con microwallets en las que recibimos los pagos instantáneamente. Así nos aseguramos de que el faucet paga de verdad y por otro lado podemos acumular pagos de varios faucets en diversas criptomonedas, podremos convertir entre las diferentes monedas y, por ejemplo, agrupar todos los pagos en una sola moneda para poder pasarlo a nuestra wallet preferida, o la que más nos convenga en cada momento.

También disponen de programas de fidelidad, juegos y varias opciones más.